La película trata de un chico pequeño de unos 12 años aproximadamente, de los Estados Unidos que por unos monjes tibetianos es considerado la reincarnación de un Lama importante, que murió hace varios años. Los monjes convencen al chico y a su padre de irse con ellos a Tibet para que allá se haga un examen más riguroso sobre la posible reincarnación, ya que existen otros dos niños aspirantes.
La película, al lado de la acción principal, cuenta, además, el mito del joven Sidarta, que era el hijo del rey hace miles de años en India. El padre de Sidarta le tenía viviendo en el castillo toda su niñez, para que el chico no conozca al sufrimiento y la pobreza que existe en el mundo. Cuando Sidarta un día se escapa ve al mundo real por primera vez y conoce al sufrimiento y a la compasión.
Desde ahí Sidarta decide buscar la "verdad" sobre la vida y emprende un largo proceso de meditación, hasta llegar a la iluminación y encontrar que el camino de la mitad siempre es el apropiado.
La película tematiza las diferencias culturales que se encuentran entre una familia estadounidense del siglo veinte y unos monjes tibetianos y su filosofía. El imaginario histórico y cultural de la religión hindú se plantea al sentido de la vida de una manera muy diferente a aquello que se vive en el sistema capitalista. La harmonía es la noción principal, cuando en los Estados Unidos es la competencia y ganancia.
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