Psicoplastia

Nuestra mente juega un rol muy grande en la construcción visual de la realidad. De hecho, influye en la manera cómo percibimos el mundo, de manera que vemos lo que queremos ver.
Por ejemplo, fantasmas. Todos conocemos a gente que cuenta haber sido testigo de apariciones de fantasmas o alienígenas, etc. jurando que es la verdad. Pongo como hecho que aquello no es la verdad, pero lo interesante de aquel fenómeno es que esas personas están completamente convencidos del contrario, a causa de percepciones visuales, sensoriales o auditivas. Incluso los medios dedican gran parte de su interés a aquella gente y a la gente que cree que son veraces aquellas historias.
Todos sabemos que nuestros sentidos pueden ser engañados; también sabemos que las historias de fantasmas y alienígenas pueden generar grandes ganancias a las empresas que las venden. ¿Por qué entonces tanta gente cree en ellas? Yo veo la explicación para ello en un cierto tipo de nostalgia en los humanos, una ansia de nosotros de lo desconocido, lo que nos lleva a otro mundo, lo que nos hace olvidar un poco a la realidad desepcionante que vivimos. Es un tipo de romanticismo, que nos hace querer creer en hadas, duendes, fantasmas y mundos ocultos y desconocidos. Claro que también puede ser vestigio de tiempos cuándo la gente se explicaba al mundo todavía en forma de mitos sobrenaturales, antes de explicárselo mediante la razón.
Pero, cuando entonces una persona ve un fantasma en una sombra, una cara en una fotografía sobreexpuesta o un toque de un espíritu en un soplo del viento, es producto de la mente que añora a lo desconocido que promete aventura y alternativa a la realidad monótona, o mera fama y ganancia.

El Mito

Los humanos desde siempre cuentan historias; historias inventadas o verdaderas. El mito es una forma de historia que se encuentra en la mitad entre ficción y verdad. Las historias que son mitos no son historias que han pasado de la manera como se cuenta, ya que contienen muchos elementos mágicos. En su totalidad, pero, cumplen una función de explicación no científica de la realidad, y, por el hecho de que siempre surgen en tiempos pasados no definidos, se los puede calificar como testigos del pensamiento humano, antes de que se sabía escribir y cuando las historias fueron contadas de generación a generación, pasando conocimientos ancestrales, no científicos, pero veraces a su manera.
La veracidad de los mitos se encuentra en justo aquel hecho de que son productos del pensamiento humano y de esa manera pueden contar mucho más que solamente una historia; cuentan de cómo la gente pensaba antes del predominio de la razón y de la ciencia. Aquellas historias son mucho más simbólicos que de facto, pero justamente aquel simbolismo puede contar muchísimo sobre el pueblo en sí, del cual surgió; sobre la manera de cómo se explicaba el mundo.

René Magritte

El surrealismo es una corriente artística que muestra lo grotesco, lo absurdo. Se opone a la noción de la lógica, a lo que conocemos como racional y verdadero.
En la obra que se ve arriba se encuentran dos personas besándose, ambas tapadas las cabezas. Se puede filosofar mucho sobre lo que aquella pintura nos quiera decir, lo que deba significar, pero yo personalmente no creo que aquello es el sentido del surrealismo. Aquello juega mucho con la noción de la ironía y yo pienso que aquella se encuentra en la oposición a la razón. ¿Por qué tiene que tener un sentido aquella pintura?
La mayoría de los espectadores está acostumbrada a buscar la intención del artista, como siempre el humano se encuentra en búsqueda de la comprensión de todo lo que exista. Pienso que aquí se encuentra la ironía; el artista se está burlando de aquel anhelo de comprensión, representando algo que no necesariamente tiene que hacer sentido. ¡No todo tiene que hacer sentido! Justamente esa es la representación del distanciamiento de la razón y de la lógica que realizan los surrealistas.

Película: Pequeño Buda (Little Buddha)

La película trata de un chico pequeño de unos 12 años aproximadamente, de los Estados Unidos que por unos monjes tibetianos es considerado la reincarnación de un Lama importante, que murió hace varios años. Los monjes convencen al chico y a su padre de irse con ellos a Tibet para que allá se haga un examen más riguroso sobre la posible reincarnación, ya que existen otros dos niños aspirantes.

La película, al lado de la acción principal, cuenta, además, el mito del joven Sidarta, que era el hijo del rey hace miles de años en India. El padre de Sidarta le tenía viviendo en el castillo toda su niñez, para que el chico no conozca al sufrimiento y la pobreza que existe en el mundo. Cuando Sidarta un día se escapa ve al mundo real por primera vez y conoce al sufrimiento y a la compasión.
Desde ahí Sidarta decide buscar la "verdad" sobre la vida y emprende un largo proceso de meditación, hasta llegar a la iluminación y encontrar que el camino de la mitad siempre es el apropiado.

La película tematiza las diferencias culturales que se encuentran entre una familia estadounidense del siglo veinte y unos monjes tibetianos y su filosofía. El imaginario histórico y cultural de la religión hindú se plantea al sentido de la vida de una manera muy diferente a aquello que se vive en el sistema capitalista. La harmonía es la noción principal, cuando en los Estados Unidos es la competencia y ganancia.

Película: "Metropolis"

"Metropolis" fue creada en 1927 por el alemán Fritz Lang.
La película es una visión futurista urbana muy enfocada en el avance tecnológico, imaginando un mundo en 100 años después del rodaje de la película.
La ciudad en el futuro imaginada por Lang consiste de edificios gigantescos, automóviles y una tecnologización de la vida y la ciudad como producto de las máquinas construidas y manejadas por el hombre, formando una máquina monstruosa que incluye a todo como partes de ella.
La película de Lang es una crítica al capitalismo, cosa que se hace notar en la sociedad que existe en la película. Aquella sociedad se caracteriza por la división de clases; en los trabajadores explotados y la clase alta disfrutando de los frutos que les brinda aquella explotación.
La ciudad de Metrópolis consiste de máquinas y solamente funciona mediante estas máquinas manejadas por los trabajadores, que trabajan hasta el agotamiento total.
Al darse cuenta de los trabajadores explotados que viven y trabajan escondidos por su amo debajo de la tierra, el hijo rico del dueño sobre Metrópolis, Freder, siente indignación por ello y se fraterniza con los trabajadores que se sublevan contra la clase que los explota.
"Metropolis" es testimonio de pensamientos socialistas que existieron en Alemania, igual como en toda Europa, en el tiempo después de la revolución rusa. En Alemania la revolución socialista no ha sido exitosa por la fuerte represión que enfrentaba. Después de la derrota de los intentos revolucionarios se abrió el espacio político para demagogas como Hitler que llevó al pueblo alemán a nuevas alturas de la alienación, de manera que todos le seguían, sin cuestionar.
Aquellos años después de la primera guerra mundial fue la temporada en la que el socialismo tuvo su real oportunidad de realizarse, cosa que en Alemania no tuvo éxito. Aquella fue la única oportunidad, ya que el stalinismo después le hizo bastante mala fama al socialismo con su versión torcida y dogmática de un imposible "socialismo en un país" que destruyó a todo lo que el socialismo podría haber sido.
Sueños de una sociedad sin clases, como él de Fritz Lang, hasta ahora no se han realizado.